El “Rogito” del Papa Francisco: testimonio de una vida entregada

Por Padre Giovanni Camarillo
Pastoral de la Comunicación – Arquidiócesis de Guadalajara

En el marco solemne del rito de cierre del féretro, la Iglesia ha dado a conocer el “Rogito” del Papa Francisco: el documento que resume, en palabras sencillas y profundas, la vida, el ministerio y el legado del 266º Sucesor de Pedro.

Este documento, introducido en un tubo metálico y colocado junto a los restos del Pontífice en su féretro, permanece como testimonio perpetuo de su paso por la historia de la Iglesia y de su incansable servicio al Evangelio.

Una vida al servicio de Dios y de los pobres

El “Rogito” recuerda que Jorge Mario Bergoglio nació en Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936, hijo de inmigrantes piamonteses. Tras graduarse como técnico químico, eligió el camino del sacerdocio, ingresando a la Compañía de Jesús en 1958. Fue ordenado sacerdote en 1969, y realizó su profesión perpetua como jesuita en 1973.

El documento relata su trayectoria como profesor de literatura y psicología, maestro de novicios, consultor provincial y rector del Colegio Máximo de San José. Posteriormente fue nombrado provincial de los jesuitas en Argentina en una época particularmente compleja para el país.

Su formación, marcada por el contacto con la realidad social de América Latina y su profunda espiritualidad ignaciana, modelaron un corazón de pastor atento a los signos de los tiempos y sensible a las necesidades de los más pequeños.

Después de su tiempo en Alemania para completar estudios de doctorado, y su regreso a Argentina, inició una estrecha colaboración con el cardenal Antonio Quarracino, quien lo consideraba un apoyo indispensable en la conducción de la arquidiócesis porteña.

Un pontificado marcado por la misericordia y la misión

El “Rogito” subraya los principales rasgos del pontificado de Francisco: su amor por los más pequeños, su atención a los marginados, su impulso para construir una Iglesia “en salida” y misionera, y su constante invitación a vivir la misericordia de Dios.

Francisco reformó la Curia Romana, abriendo espacios de diálogo, de sinodalidad y de corresponsabilidad, especialmente con la promulgación de la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium.

El documento también menciona momentos emblemáticos de su pontificado, como su oración solitaria en la Plaza de San Pedro durante la pandemia de Covid-19, un gesto que simbolizó el abrazo espiritual de la Iglesia a una humanidad herida.

Un maestro de la Palabra y la fraternidad

En su magisterio, Francisco nos regaló enseñanzas profundas sobre la alegría de evangelizar (Evangelii gaudium), el cuidado de la creación (Laudato si’), la fraternidad universal (Fratelli tutti) y el amor ardiente al Sagrado Corazón de Jesús (Dilexit nos).

Su cercanía pastoral se manifestó en pequeños gestos cotidianos: vivir en la Casa Santa Marta, visitar cárceles, hospitales, y siempre preferir las periferias geográficas y existenciales.

Su voz se alzó incansablemente a favor de la paz, especialmente en momentos críticos como los conflictos en Ucrania, Tierra Santa y otras partes del mundo, recordando constantemente que “nadie se salva solo”.

Un final luminoso en el Año Santo

El “Rogito” recuerda que el Papa Francisco partió al Padre el 21 de abril de 2025, lunes de Pascua, “mientras la luz de la Resurrección iluminaba la Iglesia”.

Su fallecimiento, en plena celebración del Año Santo de la Esperanza, es presentado como un signo providente, un testimonio último de su peregrinación hacia el Cielo. La última bendición Urbi et Orbi, impartida el Domingo de Pascua, fue su último gesto público de amor hacia el mundo.

Semper in Christo vivas, Pater Sancte

El “Rogito” concluye con la tradicional fórmula latina:

“CORPUS FRANCISCI P.M.
VIXIT ANNOS LXXXVIII, MENSES IV DIES IV.
ECCLESIAE UNIVERSAE PRAEFUIT ANNOS XII MENSES I DIES VIII.
Semper in Christo vivas, Pater Sancte.”

Hoy la Iglesia, recogida en oración, agradece el don de su vida, su magisterio lleno de esperanza, su ternura de pastor y su testimonio humilde y luminoso.

Que el ejemplo de vida santa del Papa Francisco permanezca vivo en el corazón de todos los fieles, y que su intercesión nos acompañe hasta el encuentro definitivo con Cristo, el Buen Pastor que él sirvió con tanto amor y entrega.

 

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Publicado el

abril 25, 2025