San Diego, California — Con motivo del Día Internacional del Refugiado, conmemorado el 20 de junio, la Diócesis de San Diego ha emprendido una campaña bajo el lema “Estamos con los inmigrantes”, reafirmando su compromiso con la defensa de la dignidad humana y el acompañamiento pastoral a quienes se ven forzados a migrar.

En su página oficial, https://sdcatholic.org/, la diócesis recuerda que la enseñanza de la Iglesia llama a defender la sacralidad de la vida humana en todas sus etapas y condiciones. “Esto significa que la atención a los inmigrantes y refugiados forma parte de la misma enseñanza que nos exige proteger a los más vulnerables, especialmente a los niños no nacidos, los ancianos y los enfermos”, señala el mensaje de la campaña.

La iniciativa, liderada por el obispo designado Mons. Michael Pham, recién nombrado por el Papa León XIV, contempla acciones concretas como la implementación de un Plan de Seguridad de Emergencia y un Plan de Contingencia Parroquial, destinados a orientar y proteger a las familias inmigrantes ante situaciones de riesgo.

En el marco de esta campaña, la mañana del 20 de junio un grupo de sacerdotes y líderes religiosos de la diócesis acudió al edificio del tribunal federal para estar presentes durante las audiencias judiciales de numerosos migrantes, acompañándolos en silencio y oración mientras enfrentaban procesos legales que podrían derivar en su deportación.

En una carta firmada por los obispos auxiliares Mons. Ramón Bejarano y Mons. Felipe Pulido, junto con Mons. Michael Pham, se subraya que la sola presencia de líderes de fe en estos espacios genera consuelo, esperanza y dignidad para quienes atraviesan este duro proceso. “Sabemos que los migrantes y refugiados se enfrentan a la difícil situación de ser citados por el gobierno, y luego recibir órdenes de expulsión acelerada del país. Estaremos ahí para acompañarlos con nuestra presencia”, señalaron.

Tras las audiencias, los líderes religiosos ofrecieron una rueda de prensa para expresar con firmeza que la comunidad católica está del lado de los migrantes y refugiados, enviando un mensaje público de solidaridad y defensa de la justicia.

Ese mismo día, en toda la Diócesis se celebraron Eucaristías en diversas parroquias dedicadas especialmente a orar por los hermanos y hermanas migrantes. “Estar presentes será una forma concreta de dar testimonio y solidarizarnos con los inmigrantes”, afirmaron los obispos.

Con esta campaña, la Iglesia local da testimonio de una fe encarnada, que se hace prójimo y acompaña, reafirmando su papel como signo de esperanza en medio de las fronteras del dolor humano.