Ciudad de México, 28 de abril de 2025. En un ambiente de recogimiento y profunda gratitud obispos, sacerdotes, religiosos, autoridades y fieles se congregaron esta tarde en la Basílica de Guadalupe para ofrecer una solemne Eucaristía por el eterno descanso del Papa Francisco, fallecido hace ocho días. La celebración fue presidida por el Nuncio Apostólico en México, Mons. Joseph Spiteri, y concelebrada por un gran numero de Obispos, la homilía fue pronunciada por Mons. Ramón Castro Castro, presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano.
Mons. Castro, en su mensaje, subrayó que la muerte del Papa Francisco, aunque dolorosa, fortalece nuestra fe en el Dios de la vida, invitándonos a confiar en la misericordia divina que el Santo Padre predicó y vivió intensamente.
Recordando las palabras del Evangelio: “Te aseguro que quien no renace del agua y del Espíritu no puede ver el Reino de Dios”, Mons. Castro señaló que Francisco fue testigo fiel de esa vida nueva en Cristo. A lo largo de su pontificado, destacó su opción preferencial por los pobres, su cercanía a los marginados y su constante denuncia contra la injusticia, la corrupción y el clericalismo.
El Obispo resaltó también su magisterio profético a través de documentos como Evangelii Gaudium, Laudato si’ , Amoris Laetitia y Fratelli Tutti, así como su impulso decidido hacia una Iglesia sinodal, donde pastores y fieles caminan juntos en diálogo y escucha.
De manera especial, Mons. Castro recordó el profundo amor del Papa Francisco hacia la Virgen María, particularmente en su advocación de Guadalupe, y su convicción de que “México se comprende mirando a la Morenita”. El Presidente del Episcopado concluyó su homilía invitando a dar gracias a Dios por la vida y testimonio de Francisco, que dejó huella profunda en la Iglesia Universal, y a orar por el Colegio Cardenalicio para que, bajo la guía del Espíritu Santo, elijan al nuevo Sucesor de Pedro que el mundo y la Iglesia necesitan en estos tiempos.
Al término de la celebración, el Nuncio Apostólico, Mons. Joseph Spiteri, dirigió unas palabras de agradecimiento y exhortación, señaló: “Agradezco su participación, hermanos en el episcopado, hermanos sacerdotes, autoridades civiles aquí presentes, y a los señores y señoras miembros del cuerpo diplomático, quienes con su presencia nos recuerdan que, como decía el Papa Francisco, somos una sola familia de tantos pueblos y naciones.
Gracias también a los medios de comunicación social por su importante servicio”, expresó. Mons. Spiteri agradeció de manera especial a Mons. Ramón Castro por su homilía, y añadió: “Ahora seguiremos meditando las enseñanzas del Papa Francisco, especialmente en estos momentos en que debemos pedir la luz del Espíritu Santo para todos los cardenales reunidos en Roma, llamados a elegir, en este tiempo crucial, a un digno sucesor de Pedro, según el corazón de Cristo. ”Finalmente, el Nuncio impartió su bendición a todos los presentes, reafirmando la unidad de la Iglesia en la oración y en la esperanza.