Con ocasión del Día de las Madres, la Dimensión Familia de la Conferencia del Episcopado (DIFAM), ha difundido un emotivo mensaje que honra la figura materna y la vincula con la ternura de Jesús, el Buen Pastor. El 10 de mayo, además de ser una fecha de afecto y gratitud, este año se celebra en vísperas del domingo del Buen Pastor, lo que ofrece una oportunidad única para reflexionar sobre el amor maternal como expresión concreta del pastoreo de Cristo.
El mensaje, firmado por el obispo Alfonso G. Miranda Guardiola, responsable se la DIFAM y Obispo de Piedras Negras, destaca cómo muchas actitudes del Buen Pastor —dar la vida, conocer y amar, consolar y defender— se reflejan de manera entrañable en el corazón de las madres. Desde la vida que comunican con su propio cuerpo, hasta el consuelo y la fuerza que ofrecen en los momentos difíciles, las madres son verdaderas pastoras del amor.
Se hace mención especial a las madres buscadoras, cuya lucha incansable por encontrar a sus hijos desaparecidos se convierte en símbolo nacional de esperanza y justicia. Su testimonio conmueve y desafía a toda la sociedad.
El mensaje concluye con una oración por todas las madres —las presentes, las enfermas y las que ya descansan en el cielo— y propone mirar a María, la Madre del Buen Pastor, como modelo de entrega silenciosa, generosa y valiente.
En un tiempo de fragmentación y dolor, este mensaje invita a reconocer en cada madre un reflejo de Dios que cuida, guía y no abandona nunca a sus hijos.