Casa Lago, Cuautitlán Izcalli, 1 de mayo de 2025. En el marco de la CXVIII Asamblea Plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano, los obispos del país presentaron su mensaje al Pueblo de Dios, bajo el lema “Familia y Paz: vocación y camino del Evangelio”. La presentación fue encabezada por Mons. Ramón Castro, presidente de la CEM; Mons. Héctor Mario Pérez Villarreal, secretario general; Mons. Enrique Sánchez, obispo de Mexicali; y Mons. Mario Medina, obispo auxiliar de Yucatán.
El documento —fruto del discernimiento sinodal de los obispos— reconoce con realismo los desafíos actuales que enfrenta México: la violencia que afecta a comunidades enteras, las desapariciones forzadas, la creciente presencia del crimen organizado, y las adicciones que alcanzan incluso a las comunidades más apartadas. En este contexto, los obispos hacen un llamado a no ceder al desaliento ni a la resignación, y a convertirse en signos de esperanza, especialmente en este Año Jubilar de la Esperanza.
Expresa que, durante la Asamblea, los prelados reflexionaron sobre la profunda transformación cultural que atraviesan las familias mexicanas, así como sobre los caminos concretos para la construcción de paz. Escuchando las voces de matrimonios, jóvenes, religiosos y religiosas, abordaron los dolores, aprendizajes y desafíos que viven muchas familias hoy.
El mensaje afirma que la familia no es solo una institución natural, sino una vocación eclesial y escuela de humanidad, amenazada por ideologías, violencia, migraciones forzadas y políticas públicas que no la favorecen. “Es urgente acompañar a las familias no con discursos, sino con cercanía y políticas públicas justas”, señalaron.
Sobre la paz, los obispos insistieron en que no hay paz sin justicia ni justicia sin verdad. “La violencia no puede normalizarse. Estamos comprometidos con anunciar el Evangelio de la paz, denunciar el pecado estructural y caminar con las víctimas”, afirmaron, ratificando su adhesión a la Agenda Nacional de Paz.
Finalmente, encomendaron al Pueblo de Dios a Santa María de Guadalupe y pidieron oraciones por el próximo Sucesor de Pedro, tras la reciente partida del Papa Francisco, cuya memoria agradecieron con gratitud y esperanza.