El Diálogo Nacional por la Paz conmemora su tercer aniversario con un llamado urgente a la esperanza activa y al compromiso ciudadano.

Ciudad de México, junio de 2025 — A tres años de su nacimiento, el Diálogo Nacional por la Paz reafirma su compromiso con la vida, la justicia y la verdad, frente a una realidad nacional herida por la violencia, la impunidad y la descomposición institucional. En su declaración conmemorativa, el movimiento convoca a todas y todos los mexicanos a formar parte de un “nosotros” fuerte, articulado y valiente que sea capaz de detener la violencia y construir un país habitable.

Desde su inicio, el Diálogo Nacional por la Paz ha reunido a más de 15 mil personas en todo el país, generando diagnósticos locales y una Agenda Nacional de Paz. Esta agenda constata una grave crisis: más de 18 años de violencia creciente, 125 mil desapariciones forzadas, asesinatos impunes, comunidades desplazadas, macrocriminalidad enquistada en muchos territorios y una ciudadanía sumida en el miedo, la desconfianza y la indiferencia. Las instituciones, señalan, se tambalean frente a la corrupción, el colapso del sistema de justicia y la crisis forense.

“No buscamos venganza, queremos justicia. No queremos silencio, pedimos verdad”, afirma el pronunciamiento. Lejos de rendirse ante el horror, quienes integran este movimiento se atreven a imaginar otro México posible, y se declaran decididos a seguir trabajando por la paz desde abajo, desde cada escuela, parroquia, barrio y familia.

El documento también exige responsabilidades concretas al Estado mexicano: romper vínculos con el crimen organizado en todos los niveles de gobierno, reformar fiscalías, fortalecer policías municipales, enfrentar la impunidad y garantizar transparencia y rendición de cuentas.

Al mismo tiempo, llama a la sociedad civil a formarse, vincularse, impulsar proyectos comunitarios e incidir en políticas públicas. La paz, subrayan, no puede ser un discurso vacío ni acciones aisladas, sino un proceso colectivo sostenido y transformador.

“En memoria de quienes ya no están y por el futuro de quienes aún no llegan”, concluye el comunicado, “es imperioso seguir caminando de la mano, hasta lograr que nadie necesite ser valiente para habitar esta tierra que es nuestro país”.

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