Por: Pbro. Rafael López,
Facebook @rafalosiTwitter @rafalosi
«En la Iglesia hay espacio para todos, para todos.»
Papa Francisco
Hace unos días, la ciudad de Lisboa se llenó de miles y miles de jóvenes de todas las nacionalidades. El motivo de la reunión: La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
Las redes sociales se inundaron de cantos, bailes, fotografías. Los discursos del Papa Francisco se ‘viralizaron’ en casi todas las redes sociales.
Los ‘influencer’ católicos llenaban sus redes sociales con mensajes, videos cortos, retos, bailes y cantos. La alegría de los jóvenes se percibía en sus rostros. Un cura DJ’s llamó la atención, despertó a los jóvenes con música tecno. El Papa Francisco, un anciano, se llenaba de vitalidad al ver a los jóvenes reunidos.
Pero, ¿esos rostros jóvenes y alegres, inundan nuestras parroquias? En México, más del 30% de la población son jóvenes entre 15 y 29 años. La mayoría de ellos no están en las parroquias.
Muchas de nuestras parroquias no tienen grupos juveniles y si los tienen, no los sabemos acompañar. Su alegría, vitalidad, es apagada por una Iglesia que no sabe darles ese espacio del que habla el Papa Francisco.
Los jóvenes de México son atraídos por otras cosas: drogas, alcohol, sexo. La delincuencia organizada, en algunos lugares, se roba sus vidas y proyectos. Cada día nuestras parroquias y tristemente nuestros seminarios y casas religiosas, se van quedando solas, porque los jóvenes no encuentran un lugar vital ahí.
La mayoría de nuestros jóvenes tienen en sus manos un celular; más de la mitad de la población juvenil, tiene acceso a Internet. Aunque vivan en zonas lejanas y ‘no tengan señal’ se conectan y buscan información de todo tipo. ¿Las parroquias se saben comunicar con ellos a través de las redes sociales?
Si seguimos en esta dinámica de cerrarle los espacios a los jóvenes, nuestras parroquias y casas de formación, se quedarán vacías y se avejentarán. El mensaje de Jesús, que siempre es joven, no llenará su vida y corazón.
¡Seamos como María, que en su corazón joven, supo recibir a Jesús!
15 de agosto del año 2023
Basílica del Roble, Monterrey, N.L.