+ Felipe Arizmendi Esquivel
Obispo Emérito de SCLC
MIRAR
Quienes presiden nuestra Conferencia Episcopal presentaron a las dos candidatas presidenciales y al candidato unas propuestas para procurar la paz en el país. Hay otros problemas, como la pobreza, la migración, la desigualdad social, pero la inseguridad y la violencia se han extendido como una pandemia y están afectando todo, hasta el proceso electoral que vivimos. Los tres candidatos acudieron a la cita y firmaron de recibido el documento. Dos expresaron su disponibilidad para asumirlo; una dijo estar de acuerdo en trabajar y dialogar por la paz, pero expresó su inconformidad con algunas afirmaciones que se hacen sobre la realidad, calificándolas de pesimistas, y tampoco aceptó unas propuestas. Se reconoce su sinceridad al decirlo claramente; en el fondo, quizá porque está de acuerdo con las posturas oficiales, por convicción personal, o por estrategia electorera.
¿Cuáles son los puntos centrales de la propuesta que se les presentó?
El documento se titula Compromiso por la Paz. Estrategias de Política Pública para la Paz. Tiene 38 páginas y es resultado de lo que dijeron miles de personas sobre este asunto. Es fruto de cientos de conversatorios, foros académicos y escucha de varios sectores específicos en todo el territorio nacional; la redacción final fue hecha por especialistas. No es partidista, ni propaganda a favor de un candidato; es una aportación a la lucha por vivir en paz, pues no podemos quedarnos sólo en críticas al sistema y lamentos contra el gobierno en turno.
Esta estructurado en siete ejes: tejido social, seguridad, justicia, cárceles, adolescentes, gobernanza y derechos humanos. Se hacen 117 propuestas concretas para estos ejes. Su contenido completo se puede consultar en la página de la CEM: www.cem.org.mx o directamente en www.dialogonacionalporlapaz.org.mx Desde luego que no es un documento sólo para candidatos presidenciales, sino para toda la sociedad.
DISCERNIR
Los obispos mexicanos, en un mensaje dirigido hace dos años a todo el pueblo mexicano, expresamos nuestra “profunda preocupación por la creciente violencia que sufre nuestro querido País y con una gran tristeza por la pérdida de miles de vidas inocentes que llenan de luto a familias enteras. El crimen se ha extendido por todas partes trastocando la vida cotidiana de toda la sociedad, afectando las actividades productivas en las ciudades y en el campo, ejerciendo presión con extorsiones hacia quienes trabajan honestamente en los mercados, en las escuelas, en las pequeñas, medianas y grandes empresas; se han adueñado de las calles, de las colonias y de pueblos enteros, además de caminos, carreteras y autopistas y, lo más grave, han llegado a manifestarse con niveles de crueldad inhumana en ejecuciones y masacres que han hecho de nuestro país uno de los lugares más inseguros y violentos del mundo.
Reconocemos que como Iglesia no hemos hecho lo suficiente en la evangelización de los pueblos y que es necesario redoblar esfuerzos. Queda mucho por hacer en la reconstrucción del tejido social, desde la labor pastoral que nos es propia. Reafirmamos nuestro compromiso manifestado en nuestro primer eje transversal del Proyecto Pastoral 2031-2034: La construcción de paz.
Queremos sumarnos a las miles de voces de los ciudadanos de buena voluntad que piden que se ponga un alto a esta situación. ¡Ya basta! No podemos ser indiferentes ni ajenos a lo que nos está afectando a todos.
Ante la gravedad de los hechos, hacemos un llamado al Gobierno Federal y a los distintos niveles de autoridades, en consonancia con el pronunciamiento que se ha realizado desde el Senado de la República: es tiempo de revisar las estrategias de seguridad que están fracasando. Es tiempo de escuchar a la ciudadanía, a las voces de miles de familiares de las víctimas, de asesinados y desaparecidos, a los cuerpos policiacos maltratados por el crimen. Es tiempo de escuchar a los académicos e investigadores, a las denuncias de los medios de comunicación, a todas las fuerzas políticas, a la sociedad civil y a las asociaciones religiosas. Creemos que no es útil negar la realidad y tampoco culpar a tiempos pasados de lo que nos toca resolver ahora. Escucharnos no hace débil a nadie, al contrario, nos fortalece como Nación.
Todos somos mexicanos, todos necesitamos vivir en paz y concordia. Es responsabilidad de los gobernantes aplicar la ley con justicia para erradicar la impunidad, respetando los derechos humanos, pero procurando la seguridad de los ciudadanos y la paz social. Como obispos mexicanos en unidad con el Pueblo de México del que también somos parte, hacemos un respetuoso llamado a nuestras autoridades políticas a convocar a un diálogo nacional para emprender acciones inteligentes e integrales con el fin de alcanzar la paz mediante una participación conjunta. Creemos que la paz es posible, que tiene que ser posible. En esta tarea todos los ciudadanos de buena voluntad podemos ser aliados. ¡No perdamos esta oportunidad!” (23-VI-2022).
ACTUAR
Seamos constructores de paz. Una forma es conocer el documento del episcopado mexicano y difundirlo cuanto más se pueda en tu familia, en tu grupo, con tus amigos, en la comunidad, y también con los gobernantes actuales y los candidatos que compiten por un puesto en las elecciones del próximo 2 de junio.