A pocos días de comenzar la Semana Santa, Mons. Héctor Mario Pérez Villarreal, Obispo Auxiliar de México y Secretario General de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), hizo un llamado a todos los fieles a detenerse y contemplar al Crucificado como fuente de esperanza, consuelo y transformación para el país.
En un mensaje dirigido a todo el pueblo de Dios, Mons. Pérez recordó que en la cruz de Cristo se hace visible el sufrimiento que hoy viven millones de mexicanos: la injusticia, la violencia, la impunidad y el dolor de tantas madres que no han podido sepultar a sus hijos. Sin embargo, también en el Crucificado —señaló— descubrimos la respuesta que da sentido y esperanza: el amor y la misericordia que vencen al pecado y a la muerte.
“Estamos convencidos de que solo en Cristo encontraremos los caminos de paz y reconciliación que nuestro México necesita”, expresó. “Solo de Él obtendremos la fuerza para transformar las armas en arados y la violencia en deseos de prosperidad”.
Misioneros de la Esperanza
En todo el país, más de 10 mil comunidades católicas se preparan para celebrar el misterio pascual, con el acompañamiento de más de cien mil agentes de pastoral, misioneros, familias y jóvenes comprometidos. Mons. Pérez invitó a todos ellos, y a cada católico, a convertirse esta Semana Santa en “misioneros de la esperanza”.
Asimismo, exhortó a participar activamente en las celebraciones litúrgicas, a cultivar el silencio interior para escuchar a Dios y al prójimo, a ser solidarios con los más vulnerables y a orar juntos como comunidad.
“México necesita una Iglesia que consuele, que escuche, que camine con el pueblo que sufre. Una Iglesia valiente, que toque las heridas para sembrar esperanza”, afirmó.
El mensaje concluyó invocando la intercesión de Santa María de Guadalupe para fortalecer a los pastores, las familias y a todos los que llevarán la fe a cada rincón del país. “Cristo es nuestra esperanza, Cristo es nuestra paz. ¡Salgamos y seamos testigos del amor que nos ha sido confiado!”